sábado, 5 de enero de 2008

Seamos Solidarios, para evitar "esto"

Este correo me lo manda mi amigo Marcelo Calderon desde Alemania.
Lean, please, que aunque es largo, vale la pena y SI; podemos; hagamos algo!!
ESTO NO TIENE QUE PASAR, BASTA !
Le saque la extensa lista a la que se lo mande, (y la mas extensa aún que le habia puesto Marce) colaboremos desde nuestro humilde espacio para ayudar.

Copy; Paste.


FW: firmas contra el abuso policial
De:Leonardo Delgado (ldelgado2609@hotmail.com)
Enviado:sábado, 05 de enero de 2008 10:24:10 p.m.

Para:...........


Ayer a la noche, estábamos sentadas en la puerta de la capilla, de la plaza del barrio donde vivimos, en Quintas de Santa Ana, cerca de las 22:00. (Nosotras Caro y Marce)Algunos vecinos, al igual que nosotras paseaban sus perros. Unos 30 minutos después, la plaza se despeja, y quedamos solas, dos chicas de estatura mediana, delgadas y una perrita koquer de no mas de 10kg. Como casi todos los días, un móvil de la policía pasó por enfrente de la plaza, con sus luces ahuyentadoras de mal vivientes prendidas, pero a diferencia de todos los días, esta vez, se detuvo. Bajaron del móvil 2 policías, perfectamente uniformados y armados, se acercaron hasta donde estábamos y nos exigieron que le mostráramos el DNI, le dijimos que no lo teníamos, y nos pidieron que nos acercáramos al móvil, y nos exigían que le diéramos nuestros datos. Preguntamos por que, y dijeron que éramos sospechosas, nos preguntaban que hacíamos a esa hora en la plaza, cuando era evidente que estábamos haciendo, solo charlábamos mientras paseábamos a nuestra perra. Le pregunte que podíamos tener de sospechosas dos chicas que conversan sentadas en la puerta de una capilla mientras observan a su mascota. Ellos insistían en que debíamos acompañarlos al móvil y que es obligación salir con el documento de identidad, a lo que objetamos que no era así y les preguntamos por que estaban molestándonos de esa forma, siendo que era evidente que no podíamos representar peligro alguno, y que a solo 3 cuadras de ahí, hay una escalera que baja del nuevo centro, donde noche por medio es asaltado un vecino. Los representantes de las fuerzas policiales, comenzaron a emplear un tono mas soberbio y manipulador, intentando provocar miedo, y exigiendo hacia ellos un respeto absurdo casi reverente. Alegaban que era su deber “controlar” a los “sospechosos” y que era nuestra obligación responder a sus demandas, que nunca quedaban bien claras cuales eran, ya que como es sabido, es difícil conformar a estas personas, que en definitiva solo buscan la diversión a través del mal pasar del otro, del físicamente mas débil. La situación se puso cada vez densa, y en la zona ya no circulaba gente. Los policías decían que teníamos que subirnos al móvil con ellos porque estábamos faltando a las normativas. Asustadas, ofrecimos ir caminando hasta la central de policía, ya que de ninguna manera nos parecía una situación feliz y mucho menos segura, subir a la parte trasera de un auto herméticamente cerrado conducidos por dos personas que en todo momento, dejaron en evidencia, su necesidad de imponerse a través de agresión. Salimos de casa solo con una llave de la puerta de ingreso, no teníamos celulares y no había cerca ningún teléfono donde pudiéramos comunicarnos con nadie, para avisar de la situación. Ofrecimos ir caminando hasta la central de policía y eso hicimos. El camino, estas personas nos seguían, y desde el auto murmuraban sus amenazas refiriéndose a todas las faltas que íbamos cometiendo en este trayecto. Finalmente a tres cuadras de ahí, nos interceptan otros 2 móviles, y 6 policías en total nos arrinconan en una esquina y nos fuerzan a subir a un móvil. La prepotencia y la intolerancia de estas personas lograron que entrara en un pánico que me impedía subir a ese auto. Solo atiné a amarrarme de las rejas de una casa para que no pudieran subirme. Un oficial femenino, como ellos dicen, amenazaba que era por voluntad propia o por la fuerza pero que al auto iba a subir. “si no subís te subo” dijo. Mientras tanto el resto hablaba de llevar a mi perrita a la sociedad protectora de animales, y demás cosas desagradables. Se divertían evidentemente con toda la situación. El miedo y la fuerza bruta me hizo entrar en el móvil. La oficial femenina bajo la radio en la que sonaba algún grupo de cumbia villera, se dio vuelta y nos dijo, “no te va a pasar nada”.... Y lo que ya estaba pasando? Que significaba el nada?.... Me dijeron que les de mi dirección y que llevaríamos a la perrita a mi casa. Un amigo con el que vivo la recibió pregunto que pasaba, desde el auto puede gritarle que no habíamos hecho nada que por favor avisara a los padres de mi amiga. Salimos rumbo a la UCA, una ex cárcel en barrio Guemes. Durante todo el camino pregunte como haríamos para volvernos de ese lugar, la mujer que manejaba se limito a corear los versos de la banda de cumbia y a golpetear al ritmo el manubrio del auto y la palanca de cambio y entre tanto paso mas de un semáforo en rojo. Llegamos finalmente a un lugar que deba miedo solo por la zona en la que estaba. Una enorme puerta de hierro blanca era el ingreso al lugar. Nos dijeron que íbamos ahí por tramites administrativos. El tramite administrativo fue bastamente largo: cuando llegamos pasamos a unos cuartitos inmundamente sucios donde debíamos sacarnos la ropa para ser controladas por una mujer uniformada. Después retuvieron nuestras pertenencias, -que no eran mas que pulseras de macramé y una llave de la casa- y nos aseguraban, que cuando saliéramos nos devolverían todo. Después pasamos a la revisada médica, donde pasamos por la misma experiencia que con la oficial femenina. Hasta ese momento el tramite administrativo había excedido lo que por lo menos yo entiendo por “tramite administrativo”. Un oficial nos hizo firmar una papel, donde decía que estábamos ahí por haber inflingido las leyes numero 70 y 51 (esto es: por negarse a identificarse y por disturbios en la vía publica) infracciones que por supuesto no habíamos cometido. El oficial nos dijo que no nos estaban consultando si estábamos de acuerdo con lo que en el papel decía, simplemente nos informaban por que nos detuvieron. Nos subieron después a un lugar donde “nos pintaron los dedos”. Un gran pasillo con celdas oscurísimas nos condujo hasta el lugar. Un señor tosco y autómata hizo todo el procedimiento para pintarnos los dedos. El lugar era espantoso, excesivamente sucio y mal oliente, y sobre un mueble de lata un cartel sugería que colaboráramos con la limpieza del lugar. Ya con los dedos manchados nos llevaron a que hiciéramos una llamada. Y de ahí a un calabozo, tan espantoso que no hay forma de describirlo en palabras. Una mujer que estaba encerrada en la celda que nos toco, nos ofreció un lugar en sus colchas para que durmiéramos ahí. Las celdas no tiene luz, y son prácticamente un sanitario que huele peor que el peor de ellos. Paso un rato, no se bien cuanto, y una oficial nos manda a llamar y nos dice que nos dejaran en libertad. En ese momento estas feliz, por fin te vas de ese lugar y las mismas personas a las que horas antes en la plaza te aprecian unos abusadores, ahora te parecen hermosas y consideradas personas que te dan por fin tu libertad. Durante el camino de vuelta por los pasillos, todos los policías se reían de que teníamos la cara y el cuerpo pintado, de la misma forma que lo hicieron todo el tiempo, cuando nos generaban miedo, cuando lograron que llorara, cuado muertas de frío nos hacían permanecer en un patio y pasaban haciendo comentarios sobre el clima, etc, etc, tc... Las fuerzas de seguridad, a las que les pago el sueldo, nos privan gratuitamente de la libertad, abusan de su poder en todo sentido, y finalmente nos dejan “libres” a la madrugada del miércoles en pleno barrio Guemes, por si no hubiera sido suficiente susto y estrés con lo que paso adentro, nos dejan afuera, en uno de los barrios mas peligrosos de Córdoba. Como último consejo, un oficial nos despide diciendo “ya sabes para la próxima, si un policía te dice algo, vos le decís que si, y te quedas callada”. Por supuesto que después de tantos abusos unos se queda sin palabras... pero espero que no nos quedemos calados. Me gustaría que todos los que estén cansados de los abusos de poder por parte de las fuerzas de seguridad, como ellos se llaman, escriban abajo su nombre, para que dejemos constancia de todos los que somos, de lo artos que estamos, de los abusos que cometen estas personas peligrosamente armadas a las que les pagamos el sueldo, las pizzas, el transporte, etc.. Una maestra de Kundalini Yoga me dijo una vez, que el hombre entiende recién el tercer no... Hemos dicho mucho mas que 4 nos en el transcurso de la historia, pero a ver si sirve: NO ME QUIERO QUEDAR CALLADA, NO ME QUIERO QUEDAR CALLADA, NO ME QUIERO QUEDAR CALLADA,. FIRMEN ABAJO POR FAVOR Y LUEGO REENVIENLO. LE PUEDE PASAR A CUALQUIERA. AL NUMERO 500 POR FAVOR ENVIAR A:
caro_ambrogi@hotmail.com y marceclaria@hotmail.com

1. Carolina Ambrogi – Córdoba Argentina
2. Marcela Clariá – Córdoba Argentina
3. Paola Suárez- Córdoba Argentina
4. Belén Madoery - Córdoba Argentina
5. Facundo Madoery- Cordoba Argentina (me paso lo mismo)
6. María Laura Gigli - Córdoba Argentina
7.Guillermina Badino cordoba Argentina.
8. Camila Ambrogi- Córdoba Argentina.
9. Ana Laura Reches- Córdoba Argentina.
10.Lucía Glatstein- Córdoba argentina
11. Alan Gonzalo Sosa- Córdoba Argentina
12. Trucco Dalmas, Ana Belén M.
13. Trucco, Vicente A.
14. Villegas Bustos, M.
15. Díaz María Ximena- Cordoba, Argentina.
16. Vega Roxana- Córdoba, Argentina.
17. Vergara, Vanesa - Córdoba, Argentina.
18. Bula, Hernan - Córdoba, Argentina.
19. Mazzucco Ana Carolina - Córdoba, Argentina.
20 Gerardo Agustín Clariá Olmedo - Córdoba Argentina
21. Guadalupe Méndez Casariego, Córdoba Argentina
22. Sebastián Pizarro, Córdoba, Argentina.
23. Agostina Romano, Cba, Arg.
24. Tiziana Pierobon, Còrdoba, Argentina
25. Paula Rodríguez, Córdoba, Argentina.
26. Victoria Fierro, Córdoba, Argentina.
27. Ramón Arrambide, Córdoba, Argentina
28. Josefina Vázquez, Córdoba, Argentina.
29. Ramiro Vigo, Córdoba, Argentina.
30. Eugenia del Campillo, Córdoba, Argentina.
31. Bryan Lacuara, Córdoba, Argentina.
32. María Elvira Vázquez, Córdoba, Arg.
33. Natalia Vivas, Córdoba, Argentina.
34.Marcelo Calderon, Cordoba, Argentina.
35.Leonardo Delgado, Córdoba, Argentina


Soy el Nº 35, pero ya debe haber "muchos" más, debido a la cantidad que se lo mandé y los que mandó Marce, "nos" ayudemos, para que NO puedan pasar mas estas situaciones de ABUSO.
P.D. CHICAS, este es mi humilde aporte, para que no les vuelva a pasar a otras personas la situación vivida por Uds,
Un beso

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece importante que difundamos estas cosas ya que muchos hemos pasado, o conocemos a alguien que ha pasado por alguna similar

Anónimo dijo...

MALDITOS POLICIAS HIJOS DE UNA PERRA PUTA

guadis! dijo...

Me llegó ese mail hace unos días a través de una amiga mía. Es lamentable...

Leo Delgado dijo...

no te anotaste Guadis?

Leo Delgado dijo...

Sorry, si no se entiende, pero no estás en la lista no?

La Margarita dijo...

Leo, muchas gracias por tu aporte y compromiso con tod@s.
un abrazo
caro y marce

Anónimo dijo...

Jaja, Aguante, Neurona solidaria, No te tenia en esta Leo, pero bien, man, te felicito

Leo Delgado dijo...

Chicas,... de nada, como les dije, es solo un aporte menor, pero si nos sumamos, estos abusos de estos resentidos de m.. No tienen que pasar.
Toxic: no toda la policia es mala, yo tengo una teoria que cada vez confirmo mas, "HAY DE TODO EN TODOS LADOS", si les amplio, quiere decir que en todos lados y en los distintos ambitos, hay gente buena y gente mala, algunos que valen la pena y otros...
Juanca: creo que algo me conoces, estas cosas me "indignan", NO podia no sumarme.
Saludos a todos y gracias por los aportes.

Anónimo dijo...

Buenas Noches,
te felicito por tu Blog.

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Un Saludo!

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